Finalmente encontramos un hogar lejos de casa, nuestro laboratorio. Ahora si contamos impacientes los días para la noche de apertura. Pero antes de festejar tenemos una buena excusa para tocar Black Sabbath en una bocina bien grande mientras demolemos todo por todos lados, antes de remodelar meticulosamente y tocar música más relajada. En ruta a nuestra visita diaria al local, atorados en el tráfico de medio día, nos encontramos con un BMW que en otros ayeres debió ser muy dandy. Hoy, abandonado y descuidado, el carro nos recuerda un poco a nuestro laboratorio; con chorros de trabajo y mucho cariño, se convertirá en arrebato de piropos metaleros y halagos refinados, ¡Oi, oi!
Finally! We found a place to call our home (or lab). And so it’s on, the countdown until our opening night. But before that, we have a legimate excuse to blast Black Sabbath and tear everything down: renovation. Just as we we drove down the street from the lab, we also spotted this awesome car. A little worn out maybe, but just like Joule’s Lab, it needs a little love to become something really, really great.